sábado, 4 de mayo de 2013

Conocimiento en el Siglo 21, Parte 2: Los expertos instantáneos



Todos los conocemos, casi a diario nos topamos con ellos si pasamos algo de tiempo en internet y muy especialmente en ‘foros de discusión’. Quizá todos ya somos un poco culpables de esta faceta de la tecnología que en sí misma es maravillosa, pero que como cualquier cosa, abusamos y nos indigestamos con ella.

Recuerdo que en 1997 cuando el internet era una novedad, empezaron a hacerse populares los chatrooms para jugar Trivia, en los que se iban haciendo preguntas y la persona que diera la respuesta más rápido, hacía la pregunta siguiente. Estos juegos aún existen, pero por supuesto la queja más frecuente de los jugadores es que mucha gente hace trampa, o sea, que usa Google para buscar las respuestas. Esto es inconsecuente, pero si alguien ha estado alguna vez en un foro de discusión en línea, esa misma actitud se lleva a otro nivel menos ‘trivial’ por decirlo de alguna forma. Todo mundo es un experto. En todo.

Se han escrito ríos de tinta o más bien Gigabytes de información acerca de cómo muchas de las conductas que observamos a diario en internet son muy particulares de este medio, y nunca serían aceptadas en el mundo ‘real’. Cosas como bullying e insultos extremos como respuesta a cosas tan inocentes como un video de alguien cantando.

Los ‘expertos instantáneos’ son un fenómeno menos dramático aunque, me parece, igual de pernicioso porque permea a mucha más gente que a los frustrados y sociópatas. Es simplemente aparentar saber.

Los peores ejemplos, con mucho, se pueden ver en foros donde nominalmente se discuten ‘ciencia y religión’. Aquí nadie va a convencer a nadie ni siquiera a escuchar sino a usar el foro como una cámara de ecos de opiniones preconcebidas. Rápidamente se ve cómo se forman bandos (lo que no tiene nada de malo) y la conversación, en la que quizá alguien dice inocentemente que “la ciencia aún no tiene una idea completa de la formación del universo” para apoyar sus convicciones, es contestada de inmediato por alguien que sale con algo como:

“el modelo de Pati-Salam y las propuestas de universos cuasitermales, junto con la Teoría M están a punto de resolver todas esas cosas que dices y mandar a tu Dios de los Huecos al basurero.”

WHAT.
Por favor.
 
¡Aquí está tu respuesta! ¡Ja!

Es asombrosa la cantidad de personas en foros como estos, que parecen ser expertos en mecánica cuántica, además de en biología evolutiva y en la historia de Francia en el siglo XV. Lo malo de hacer este tipo de payasadas, es el peligro de toparse con alguien que en verdad sabe del tema, como vi una vez en ese mismo foro. 

El Señor X, estaba como de costumbre hablando (copy-paste) de física cuántica y de la Teoría M, cuando vino alguien y le dijo que no estaba de acuerdo porque no tomaba en cuenta las interpretaciones del colapso de la función de onda, y además le preguntó su opinión del problema de las integrales que no se pueden resolver matemáticamente de forma satisfactoria sin renormalizar.

Silencio sepulcral.
Log out.

Con copy-paste no se puede contestar eso, y mucho menos seguir una conversación.

De modo que, ¿deberíamos quizá hacer un esfuerzo para cultivar de nuevo la conversación cara a cara? Esa en la que hay intercambio real de conocimientos ya asimilados y de opiniones ya reflexionadas, no de copiar lo primero que se atraviesa. Esa en la que debatimos y aprendemos realmente, sin muletas. Y a falta de conversación real, ¿podemos por lo menos tener cierta ética generalmente aceptada para conversar en foros?


VIDEO DEL DÍA

El comediante Pete Holmes presenta una rutina que titula ‘No Saber’ (Not Knowing), relacionada precisamente con lo que él llama la ‘ausencia de asombro’ a la que nos está orillando el hecho de tener toda la información siempre disponible:




No hay comentarios:

Publicar un comentario