miércoles, 20 de marzo de 2024

La dignidad y el arroz

 

Tao Yuanming fue un poeta y erudito que vivió durante la Dinastía Jin (265-420) y es considerado uno de los literatos más influyentes de la historia china, convirtiéndose con su propio ejemplo en la imagen del “poeta recluso”: aquél que abandona la vida oficial para volver a la simplicidad del campo. En el caso de muchos poetas, esto era tan sólo una celebración de esa romántica imagen, pero Tao Yuanming lo llevó a la práctica en realidad.


A los 12 años había quedado huérfano, pero había comenzado ya su educación formal, en la que destacó desde muy joven. Sin embargo, aunque con grandes deseos de dejar su marca en la administración, tuvo la desgracia de vivir en una época turbulenta y marcada por la corrupción, donde era difícil que los hombres talentosos como él fueran reconocidos. De modo que no fue sino hasta los 29 años que finalmente le fue asignado un puesto menor.


Cuando finalmente se desempeñó como oficial, pese a todos sus esfuerzos de trabajar con honradez, se desilusionó de lo que vio en el desempeño diario de su cargo. Durante 11 años trabajó con ahínco en puestos civiles y militares, pero siguió siendo desairado para ocupar los puestos de mayor responsabilidad que merecía, y tan sólo ganaba cinco barriles de arroz al año.


Un día, recibió una carta de sus superiores, avisándole que un cierto inspector provincial iría a visitar pronto su distrito, y que tendría que atenderlo. El viejo mayordomo oficial del magisterio vio también la carta y le dijo a Tao que deberían empezar a preparar ciertos “regalos” el eufemismo para referirse a los sobornos— que debían dar al oficial visitante. Para Tao, este fue lo último que estaba dispuesto a soportar. Enojado, dijo: “¿Por cinco barriles de arroz un hombre debe vender su dignidad?” Con esto, desabrochó su cinturón de oficial y regresó al campo, donde permaneció escribiendo hasta el fin de sus días.

 

domingo, 3 de marzo de 2024

Heavy metal: escenas de guerra

 

Bullets know no heroes, bullets feel no pain.

-- Cobalt Blue (Bullets, 1987)

 

El heavy metal es un género que gusta de hablar de cosas dramáticas y extremas, y por supuesto la guerra es un tema favorito de muchos compositores. Veamos algunas escenas y comentarios críticos de varios grandes exponentes.

Primero, la consabida crítica de cómo la guerra es un sucio juego de poderosos, en donde quienes pelean no son sino carne de cañón, engañados y atrapados en mareas de eventos que no comprenden:

 

Politicians hide themselves away:

They only started the war.

Why should they go out to fight?

They leave that role to the poor.

-- Black Sabbath (War Pigs, 1970)

 


We oil the jaws of the war machine

And feed it with our babies.

As the mad men play on words

And make us all dance to their song:

To the tune of starving millions

To make a better kind of gun.  

-- Iron Maiden (Two Minutes to Midnight, 1984)

 

Ahora pasemos a dos comentarios de cómo es intrascendente el ideal que crees defender, y cómo una vez comenzado el conflicto es casi imposible de detener, pues la furia ciega a quienes en él participan:

 

It doesn’t matter if you're left or to the right

Don’t try to hide behind the cause for which you fight.

There’ll be no prisoners taken when the day is done:

No flag, no uniform ever stopped a bullet from a gun.

-- Thin Lizzy (Out in the fields, 1985)

 

Now the battle is over, the clouds are hanging low
Dead bodies lie on the ground.
Marched into slaughter, lost souls fought in vain
No glory or pride to be found.

-- Yngwie Malmsteen (Soldier without faith, 1985)

 

She asked me name my foe then.

And I begged her give me horses

to trample down my enemies,

So eager was my passion to devour this waste of life.

But she would not think of battle

that reduces men to animals:

So easy to begin and yet impossible to end.

-- Uriah Heep (Lady in Black, 1970)

 

Y de aquí pasamos a las escenas más conmovedoras, que son siempre el conflicto visto y sentido por los soldados atrapados en él:

 

Though Im blind to what I see
They tell me theres an enemy.

-- White Lion (Warsong, 1991)

 

Far away from the land of our birth
We fly a flag in some foreign earth.

-- Iron Maiden (These colors don’t run, 2006)

 

Two soldiers dying, battered and blind
Enemies no more, they've come to find.
Mission forgotten: now brothers in death
They hold each other abreast to the final breath.
So hungry, so cold, we’re only following orders.
We gave our hearts and souls
Brothers we fight. Now frozen in time.

-- Accept (Stalingrad, 2012)

 

E incluso no queriendo pelear, dándose cuenta de que del otro lado de la línea no hay sólo hombres anónimos, sino sus propios hermanos:

Just a mile or so away
Lives my dearest friend in this world.
He wears the Blue and I the Grey
And God it hurts me so.
The last time we were together
I grabbed his hand and I pledged
If I ever draw my sword on you
May the Good Lord strike me dead.

-- Iced Earth (Hold at all costs, 2004)

 

Finalmente, una de las escenas anti-guerra más poderosas que existen: el libro Johnny Got His Gun, de Dalton Trumbo (1938). Él mismo adaptó la historia al cine en 1971 y en 1988 la banda Metallica compuso One, basada en esa historia y usando clips de la película para su video oficial.

Hay una escena cuando Johnny tiene 10 años y le pregunta a su padre qué es la democracia. Éste le contesta, “no lo sé bien, pero como cualquier otra clase de gobierno, tiene que ver con mandar a jóvenes a matarse entre sí.”

Más tarde estalla una guerra y Johnny entra al ejército como voluntario, para irse desencantando y horrorizando lentamente con lo que ve. Finalmente pisa una mina y pierde sus extremidades, así como la vista y la capacidad de hablar. En el hospital, tomando conciencia de su situación y rodeado de doctores y oficiales del ejército, empieza a golpear los barandales de su cama:

- ¿Debemos darle un tranquilizante?

- No, está comunicándose en clave Morse.

- ¿Qué es lo que dice?

- Sólo está repitiendo una y otra vez, “mátenme, mátenme.”

 

Hay un sacerdote presente y un doctor lo lleva aparte, diciéndole,

- Padre, ¿no piensa decirle que se encomiende a Dios?

- Rezaré por este pobre joven, pero no me atrevo a poner a prueba su fe en esta circunstancia.

 

Johnny sigue golpeando su cama.

“Mátenme.”